Se conoce como grillo italiano a una serie de insectos ortópteros del género Oecanthus, siendo Oecanthus pellucens la especie más común que podemos encontrar por nuestras tierras y la que nos ocupa en este artículo.
Se trata de una especie difícil de ver, pero fácil de detectar por la noche gracias a su peculiar canto, con sonidos largos y melodiosos que produce por el rece de sus alas. Es una especie propia de zonas de matorral, prados, cultivos y barbechos.
Una de las características más singulares de estos insectos es presentan un comportamiento sexual, o más concrétamente post-coital muy singular. en la foto superior podemos ver una pareja de O. pellucens que acaba de realizar una cópula. Podemos ver a la hembra situada encima del macho que aparece con las alas desplegadas. La hembra, en este caso, está alimentándose de una glándula torácica que posee el macho, este comportamiento fue documentado por Brown en 1997 en la especie Oecanthus nigricornis, y por Franz Huber en O. pellucens.
En otras ocasiones, la hembra ingerirá a modo de "regalo nupcial" el espermatóforo, una masa que contiene espermatozoides y en ocasiones, también algunos nutrientes que el macho introduce íntegramente en el aparato reproductor de la hembra, en la foto aparece en color blanco al final del abdomen de la hembra.
El tiempo que suele pasar la hembra alimentándose de la glándula del macho suele ser de 12-18 minutos, tiempo que tarda el contenido del saco en transferirse dentro de la hembra, podríamos considerarlo como una maniobra de distracción para asegurar la fecundación. Si por cualquier motivo la hembra no consigue alimentarse de las secreciones de la glándula, consumirá inmediatamente el espermatóforo completo.
El tiempo que suele pasar la hembra alimentándose de la glándula del macho suele ser de 12-18 minutos, tiempo que tarda el contenido del saco en transferirse dentro de la hembra, podríamos considerarlo como una maniobra de distracción para asegurar la fecundación. Si por cualquier motivo la hembra no consigue alimentarse de las secreciones de la glándula, consumirá inmediatamente el espermatóforo completo.
Podemos ver esta foto y los comentarios de J.R. Correas en Insectarium Virtual.
Que verdad es la que dice que en la naturaleza no se desperdicia ni lo más mínimo ^^
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