Los Akis, al igual que otros tenebriónidos suelen frecuentar estos vertederos donde encuentran alimento. En ocasiones, las hormigas se ven amenazadas por estos coleópteros acorazados y deciden atacar. Puede darse la circunstancia, como es el caso, de que algunas de las hormigas implicadas pierdan la vida, dejando su cabeza como recordatorio en la pata de su oponente.
La potencia de la mordedura de la hormiga es tal, que persiste mucho tiempo después de muerta. No es de extrañar que en algunas culturas indígenas de África o Sudamérica se hayan aprovechado estas características, empleando diferentes especies de hormigas de gran tamaño para realizar suturas quirúrgicas. Para ello, colocan una gran "hormiga soldado" sobre la herida, al morder esta hormiga los bordes de la herida, a continuación, se elimina el cuerpo con un giro quedando la cabeza sujeta a modo de grapa, como se muestra en la película Apocalypto de Mel Gibson.
Lo mismo para un roto que para un descosido... En fin. Abrazos.
ResponderEliminarImpresionante, acho...
ResponderEliminarLa foto, además de interesante, muy oportuna. Magnífico blog, me quedo por aquí curioseándote un poco. Mi blog: http://elterrao-dosurbanitasenelcampo.blogspot.com.es/ Estás invitado. Saludos cordiales desde El Terrao (Badajoz).
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