Hoy os presento uno de esos rinconcitos con encanto que no dejan indiferente a nadie, el Carrascar de la Font Roja o Carrascal de Alcoi es sin lugar a dudas la mejor representación de bosque mediterráneo maduro y bien conservado de las tierras de la Comunidad Valenciana.
Este paraje singular por su belleza y su riqueza biológica está declarado como Parque Natural, y es muy conocido y muy querido especialmente por los alcoyanos que acuden (a veces de forma masiva) a sus áreas recreativas.
El bosque está formado en sus partes más bajas por formaciones de pino carrasco (Pinus halepensis), mientras que en la umbría encontramos el bosque dominado por carrascas (Quercus ilex ssp. ballota), acompañada en algunos lugares por otras especies de frondosas, en este caso caducifolias. En zonas con substrato más arcilloso aparecen formaciones de quejigo o roble valenciano (Quercus faginea ssp. faginea), y en las zonas más frescas aparecen arces (Acer opalus ssp. granatensis), fresnos de flor (Fraxinus ornus) y servales, podemos encontrar las tres especies valencianas (Sorbus aria, S. domestica y S. torminalis), y en determinados puntos aparece de forma casi testimonial una conífera de distribución eurosiberiana, el tejo (Taxus baccata), destacando un ejemplar de mas de 500 años en el Mas de Tetuan.
Destaca el parque natural también por su sotobosque que incluye especies latifolias como la cornicabra, el durillo, el boj, etc. numerosas orquídeas y algunos endemismos ibero-levantinos como la salvia de Mariola (Salvia blancoana subsp. mariolensis) por citar algún ejemplo.
Dentro de la fauna destaca la presencia de jabalí, habiéndose citado recientemente la presencia de dos especies de ungulados exóticos, el Arrui (Ammotragus lervia) y del muflón (Ovis musimon). Existe una interesante biodiversidad en cuanto a aves y otros animales vertebrados que no citaremos por no sobrecargar este texto con tantos nombres.
Cualquier época de año puede ser buena para visitar este maravilloso paraje, haciéndose muy recomendable realizarla en otoño, ya que toda la cara de umbría se transforma en un cuadro policromático de verdes, amarillos, naranjas, ocres... inigualable en nuestras latitudes.