Cuando hablamos de erosión casi siempre pensamos en la que causa el agua o el viento, no solemos pararnos a pensar en la erosión que producen los organismos vivos sobre las rocas. Este tipo de procesos erosivos son fundamentales para la creación de suelos estructuradas donde se asentará la vegetación y la vida.
El agua erosiona las rocas de diferentes formas, físicamente puede ir limando las piedras, o desplazando las partículas que al rozar entre ellas se irán rompiendo y formando diferentes granulometrías. La erosión hídrica puede producir a su vez la desaparición del suelo de una zona, arrancándolo literalmente y transportándolo hasta otra zona donde quedará sedimentado. El agua que pueda quedar en el interior de las grietas de las rocas puede congelarse y al aumentar de tamaño por el hielo, puede quebrar las rocas y fragmentarlas en trozos más pequeños, este proceso se conoce como gelifracción.
Debido a sus cualidades químicas, el agua puede disolver diferentes minerales presentes en las rocas y producir igualmente la erosión de los materiales. Al disolver las rocas se generan procesos kársticos como simas, grutas, etc.
La erosión eólica consiste en el desgaste de las rocas o la traslocación de los componentes del suelo por la acción del viento. este tipo de erosión puede producir paisajes como los campos de dunas o algunos curiosos, casi "mágicos" como es el caso de la "Ciudad encantada" o "Los Callejones" en Cuenca.
Otro tipo de erosión que no solemos tener en cuenta, pero es igualmente importante, es la erosión biológica.
Los líquenes que se establecen en las rocas contribuyen a la creación de suelo. Producen una micro-erosión sobre la piedra que favorece la meteorización de la misma. Esta actuación sobre la roca puede pasar desapercibido a simple vista, y es cuando contemplamos con atención y con ayuda de una lente lo suficientemente potente, cuando nos daremos cuenta de este lento proceso. En la foto lateral podemos ver como los líquenes quedan incrustados en la piedra que van erosionando lentamente.
Fotos:
1.- Los callejones de las Majadas en Cuenca, Erosión eólica-hídrica.
2.- Los Cabecicos de Villena, ejemplo de erosión hídrica
3.- Sierra de la Villa en Villena, ejemplo de erosión por líquenes.