El olivo es uno de los árboles que mejor representan el carácter mediterráneo. Duros donde los haya, adaptándose a las condiciones más adversas. Resistiendo durante milenios las sequías, los inviernos, las podas, muchas veces aberrantes, otras comedidas, y en ocasiones, sobrevivir al abandono. Estas vivencias van forjando un tronco mas bien corto, y habitualmente retorcido y grueso que es característico de la especie.
El cultivo del olivo se pierde en el tiempo, podemos encontrar multitud de variedades adaptadas a las condiciones climáticas y edáficas mas diversas. Árbol útil por su leña, por sus frutos encurtidos, pero sobretodo, debemos considerar el aceite de oliva un ingrediente fundamental en la dieta mediterránea.
El árbol que nos ocupa se encuentra en el municipio castellonense de Segorbe, en plena sierra de la Calderona cerca de la "Masía de Ferrer".
Este olivo monumental es conocido popularmente como Olivera Morruda (nombre dado por la variedad, típica de la comarca). Se trata de un ejemplar que muestra un excelente vigor, con una abundante cosecha de frutos este año. Destaca el perímetro de su tronco, con mas de 6 metros de perímetro, y la amplitud de su copa, con unos 12 metros de diámetro, sus ramas, sabiamente, descansan sobre unos puntales para evitar posibles roturas debido a su peso. Con estas dimensiones espectaculares y una edad estimada en unos 1.500 años, este majestuoso árbol es historia viva de nuestra cultura mediterránea, y un patrimonio extremadamente valioso que hay que conservar.
En 2008, La Morruda fue reconocida como el mejor olivo monumental de España por la Asociación Española de Municipios del Olivo.
El excelente estado de conservación de este olivo milenario es fruto de los buenos cuidados que ha recibido este ejemplar durante toda su vida. Se trata de un árbol muy conocido y muy apreciado por los segorbinos, lo que garantiza la supervivencia de esta joya de la Sierra Calderona.