Fingir su muerte, es lo que ha hecho este coleóptero cuando lo sorprendí debajo de una piedra, y lo cogí para fotografiarlo. Permaneció un buen rato totalmente inmóvil, con las patas rígidas, haciéndose el muerto hasta que comprendió que no corría peligro con mi presencia, momento en el cual comenzó a caminar de nuevo.
La especie que os muestro pertenece al género Brachycerus, es un insecto de la familia Brachyceridae (algunos autores lo incluyen en Curculionidae, gorgojos). Los miembros de ésta familia se caracterizan por tratarse de especies no voladoras, poseen los élitros fusionados y son extremadamente duros para resistir las condiciones más extremas de calor y sequedad. Viven en el suelo ocultos bajo piedras, troncos o entre la vegetación y sus hábitos son principalmente nocturnos.
El comportamiento mostrado por este coleóptero de fingir su propia muerte se conoce como Tanatosis, y es un método de defensa pasiva que consiste en dejar de parecer atractivo a los ojos de un depredador. Resulta frecuente en algunos grupos de insectos, y en algunos animales superiores como zarigüellas, capaces de quedarse inmóviles y retraer los labios para imitar el rigor mortis o culebras de collar, que introduce aire en su cuerpo para imitar los gases de la descomposición, por ejemplo.
La explicación del éxito de éste tipo de tácticas consiste en que muchos depredadores no suelen arriesgarse a consumir carroñas y prefieren alimentarse de piezas frescas para evitar infecciones.
1 comentario:
Achavo el Alien!
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