En el mundo de los insectos, una de las estrategias de defensa más recurridas es la de hacerse pasar por lo que no se es, cualquier cosa antes que los depredadores sepan que están ante un apetitoso insecto.
Estamos acostumbrados a ver mariposas que parecen hojas, verdes o secas, las hay para todos los gustos. Especies diurnas como los piéridos Gonepteryx sp. simulan hojas de color verde, tanto en el color como en la forma. Otras especies como por ejemplo muchos miembros de la familia de los ninfálidos (Nymphalidae), de llamativos colores todas ellas, cuando están plegadas sus alas, no es fácil diferenciar de la hojarasca.
Otras muchas especies se hacen pasar por parte del fondo sobre el que se posan, o bien simulando ser parte de la corteza de un árbol, una piedra, etc. A la hora de fusionarse con el fondo, la familia de los geométridos (Geometridae), son los auténticos maestros.
Rizando el rizo tenemos a estas especies, simulan ser un excremento de un ave, con un realismo fascinante. Su propósito es muy simple, no resultar apetecibles a sus predadores. La primera especie, en la foto superior, se trata de Trichophaga bipartitella de la familia Tineidae, una polilla verdadera, su adulto simula el delgado excremento de un pájaro, sus larvas se alimentan de restos de pelo de animales, en ocasiones consumen egagrópilas de las aves rapaces. La otra especie, Acontia lucida, es un noctuido que también simula ser el excremento de un ave, su larva se alimenta de malvas y otras hierbas.
1 comentario:
Es impresionante el mimetismo que adoptan los seres vivos a través de la evolución. Se trata de una defensa natural.
Un saludo.
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