La lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) se distribuye en la región mediterránea, siendo endémica de la Península Ibérica y Norte de África. Sus parientes más próximos se encuentran en África, con hábitos desertícolas. Estas lagartijas se caracterizan por poseer unas escamas en sus dedos que les permiten desplazarse por la arena a gran velocidad.
El nombre de lagartija colirroja le viene dado porque tanto los ejemplares juveniles como las hembras en celo tienen la cola de un vivo cloro rojizo-anaranjado.
Esta especie se extiende sobretodo por la zona litoral, ocupando zonas arenosas como cordones dunares o arenales con escasa vegetación, donde se alimenta fundamentalmente de hormigas y otros pequeños artrópodos, aunque en ocasiones, los ejemplares adultos pueden consumir ejemplares juveniles de otras lagartijas, incluso llegando al canibalismo. Podemos encontrarla más al interior en terrenos igualmente sueltos y poco poblados de vegetación. El ejemplar de la imagen fue fotografiado en la localidad alicantina de Pinoso, en un área de saladar de interior conocido como El Rodriguillo.
Esta especie necesita fuertes insolaciones para su termorregulación, aunque en las horas de máxima temperatura puede ocultarse bajo tierra, un aspecto curioso de su comportamiento es el que vemos en la fotografía, y es que despega las patas del suelo abrasador, movimientos que alterna con el contrario, que sería despegar el cuerpo del suelo apoyándose solamente sobre las patas, de esta forma no mantiene todo el tiempo las mismas partes del cuerpo en contacto con la superficie del suelo.
1 comentario:
Creo haber visto alguna de ellas por esta zona, me fijare más proximamente. Saludos!
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